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Luz y Arte...
En plena calle Floridablanca de San
Lorenzo de El Escorial, y al lado del
Teatro Carlos III, está el emblemático
Hotel Miranda-Suizo cuyo “Café” me
acogió desde que vine a vivir a este
maravilloso lugar. Empecé con visitas
esporádicas y, poco a poco, se fueron
convirtiendo en habituales. Su cálida
i n t i m i d a d d e c i m o n ó n i c a , s u
encantadora familiaridad, sus divertidas
ventanas que me hacían sentir el pulso
de la calle... todo ello contribuyó a que, al
pasar los años, le fuera cogiendo
verdadero cariño.
Me gusta ir en cualquier estación del
año, pero prefiero las mañanas de
invierno a primera hora. Cuando entro
en él, rompo con lo cotidiano y me
permito ver la vida con cierta distancia
irónica. Percibo que para unos es una
especie de paraíso artificial de soledad,
para otros la posibilidad de una cita casi
íntima y, para la mayoría, un simple alto
enel camino...
Voces y silencios, sabiduría entre
charlas, ruidos y rumores. Escenario
perfecto para la lectura, la escritura o la
conversación. Todo ello propiciado
porque mantiene la autenticidad del
verdadero “Café”, pues entre los
lectores de los diarios y revistas, que nos
brinda de forma gratuita, se puede ver a
alguien tomando notas apresuradas en
sus márgenes o esperando a que el de la
mesa de al lado termine con el periódico
que él quiere ojear; no es lo mismo leer
en negro sobre blanco y tocando las
hojas usadas de papel, que la frialdad de
una pantalla de móvil, tablet u
ordernador.
Cuando estoy sola, se me
ocurren ideas, me salen las palabras con
mayor facilidad e incluso supero
bloqueos creativos, pues su ambiente es
un buen caldo de cultivo para mi oficio
de escritora. En ciertos momentos, se
convierte para mí en un refugio del
mundo en los que puedo contemplar
con calma la imagen de un señor
leyendo, una mesa y un café y pensar
que, en realidad, es la imagen de la
civilización europea de lamodernidad: la
lectura concentrada y silenciosa de un
Café,mientras sebebe sinprisaun café.
EL MIRANDA & SUIZO